No es de noche y sin embargo, la luz es tan oscura como el manto de dios en la tormenta.
No te veo; estás en los recodos de lo visto que se licúa en la mirada de lo diurno y en los cielos voraces.
Nadie sabe como yo lo que es entrar a un bar y, al encender un cigarrillo, ver en el aire tus ojos como heridas de la inteligencia.
Tampoco es útil recordar tu piel a cada paso, paso por paso.la palabra
Ni despojar el tiempo de aquello que simula tu ausencia.
Ni la idea rotunda que estaba por decirte, desesperada e ingenua.
No pude recordar talismán de la supervivencia.
No hubo más que la asfixia ahogando la boca del estómago.
¿No oyes cómo he subido al cielo?
Nada habrá que vuelva a teñir el aire de invisible pueblo intimo por el que navegar.
Nunca sabremos zarpar de este puerto que se quedó pequeño.
Puedes buscarme al final del silencio, entre cuatro notas.
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Mini relato Avisos
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