Dos chavales juntaban trozos de cigarrillos traks cerca de wagen, la zona de las casas de citas, en una noche cerrada.
En ese instante apareció la Welch muy elegante, hacía la publicidad de los relojes Banopip.
Tenía los cabellos muy rubios y brillantes, la acompañaba la secretaria del colegio y le hablaba.
En ese momento, uno de los chavales de nuestro estado, tosió y miró al otro que consultaba la guía Michelin para informarse acerca de dónde podía pasar la noche…
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